live well. give well.

 
  1. Proprietario de Ricotón Marino

  2. Ex-paciente del Hogar San Francisco de Asis

  3. Superó pobreza por sus proprios esfuerzos


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Alan Dany Hernandez Ramos

Emprendedor, Lima Perú

Nací el 17 de abril de 1986, en el departamento de Cajamarca, provincia de Jaén. Mis padres son Don Fortunato Hernández Hurtado y Doña Georgina Ramos Avellaneda, soy el cuarto hermano de 6 hermanos. Desde muy pequeño mis padres me llevaron a radicar al departamento de San Martin provincia de Rioja. 

A la edad de 7 años tuve una caída de un aproximado de 10 metros. de altura lo cual me provoco una luxación en la cadera derecha, mis padres no tuvieron solvencia económica para darme un tratamiento adecuado. Cumpliendo los 8 años de edad, conocí a una congregación de monjas que tenían contacto con el Hogar San Francisco de Asís las cuales me propusieron ayudarme a rehabilitarme y cubrir todo mi tratamiento por medio del Doc. Anthony Lazzara.

Luego de que las monjas consultaran con el Doc. Anthony de mi caso, inmediatamente fui trasladado a la ciudad de Lima, hasta llegar a Chaclacayo donde fui recibido en el Hogar San Francisco, en el que quede internado para realizar mi tratamiento por el tiempo de  2 año, luego fui dado de alta y retorne con mis padres; a los quince días de mi estadía en casa, mi madre se suicido a causa de los maltratos psicológicos y físicos originados  por mi padre. Mis hermanos y yo por el lapso de 2 años vivimos junto a mi padre, pero por su mal carácter tomamos la decisión de apartarnos de su lado e ir a vivir con mis abuelos padres de mi padre, tras entablar un juicio ellos tomaron nuestra custodia. Durante 2 años viví junto a mis abuelos y hermanos de manera amena pero tras las necesidades económicas tuve que salir a trabajar, decidí viajar a la ciudad de Chiclayo junto a una tía y como primer trabajo tuve que vender helados en las calles de esa ciudad, luego pasé a trabajar como lustra botas, estuve 9 meses en dicha ciudad donde empecé a sentir malestares que no me permitían seguir trabajando, por ese motivo con el dinero que había ahorrado decidí retornar a Lima en busca de la ayuda del Doc. Anthony.  Mi primera noche en Lima dormí en la plazuela Bolognesi  en el centro de la capital, al día siguiente mediante comunicación telefónica con el Doctor me indicó qué  bus  debía tomar para llegar al Hogar San Francisco de Asís, seguí las indicaciones y llegué.

En el Hogar San Francisco de Asís volví a recibir nuevos tratamientos para lograr mi mejoría, allí quedé por 2 años, donde recibí un buen trato por parte de todos los que allí laboran naciendo en mi un sentimiento de hermandad con todos los pacientes. El Doc. Anthony me dio una educación integral, y puso en mí la esperanza de poder superarme con mi propio esfuerzo, fue el padre que me guió: a los 15 años fui dado de alta y me quedé en Lima en casa de un amigo que conocí en el hogar, llamado Miguel Ángel, viví en su casa por 2 meses, luego me retire porque conseguí un trabajo como ayudante de cocina y con ese dinero empecé a pagar un cuarto, allí es donde yo aprendo a cocinar mis primeros platos. Debido a que el sueldo era muy bajo  tuve que retirarme y buscar otro trabajo, muchas veces me negaban el trabajo porque era menor de edad y no contaba con documentos de identidad (DNI), pero gracias a las amistades que iba conociendo me dieron el trabajo ayudante de soldadura y construcciones metálicas, aprendí mucho allí, y también Gabriel ex paciente del hogar me busco para vivir junto a él puesto que también deseaba quedarse en Lima y trabajar por su cuenta. Junto a él viví 4 años, luego de yo haber cumplido 18 años, saque mis documentos y fue allí donde las puertas se me habrían más y más, pues después de eso me presente a una fábrica de textilería, allí empecé como ayudante y poco a poco fui ascendiendo de puestos hasta llegar hacer jefe de área. Luego de juntar el dinero ganado en la fábrica inicie  a seguir mi sueño, la cual era tener un restaurante, es así que busque trabajo en los mejores restaurantes de Lima, el anécdota que siempre guardo es que cuando me presentaba al trabaja nunca dije que “no sabía”, en el momento de la prueba yo daba lo mejor de mí, y al notar eso siempre terminaban contratándome, así pasaba mis días cocinando, hasta que a la edad de 22 años mi salud  no se encontraba en buen estado, inicie con dolores profundos, deje de trabajar e inicie my tratamiento por mis propios medios pero como no contaba con ayuda de familiares tan solo de mis amigos, muchas veces tenía que pagar algunas atenciones porque ya había quedado postrado en cama, el dinero que con tanto esfuerzo había ahorrado poco a poco lo fui gastando, inicie los prestamos a mis amigos pero no fue suficiente, tanto era mi desesperación que incluso pedí prestado de un Banco, pero no veía mejoría y nunca creí que todo mis ahorros iba a terminarlo así, decepcionado de mi vida y del inmenso dolor que sentía, tuve que llamar a mi hermana para que viniera a verme, ella me cuido por una semana pero por el hecho de que era mujer no podía hacer muchas cosas por mi y es así que nuevamente acudí a la ayuda del Doctor Anthony otra vez, él tras luego evaluarme me acepto y quede nuevamente a mis 22 años nunca pensé en volver al Hogar pero grande fui mi sorpresa que fui otra vez aceptado como un paciente más, allí estuve 1 mes de reposo, a mi edad no me acostumbraba puesto que sentí que mis sueños se habían truncado, inicie otras operaciones. Al mes y medio de mi estadía en el Hogar conocí a Jill Hellman, la cual hacia labores de voluntariado. Mi tiempo en el hogar se me hacía muy largo pero cuando menos me lo imaginé fui dado de alta, muy agradecido por todo lo que el Doctor hiso  por mí, salí con ganas de crear mi propio Restaurante, y seguir adelante con la realización de mi seño.

Pasado los meses gracias a mi esfuerzo, pude reunir una pequeña capital la cual me permitió alquilar un pequeño local y inicie préstamo de platos, cocina, ollas y entre otras cosas que gracias a Dios se me brindo, al ver que todo iba bien volvió la esperanza en mí de hacer mi sueño realidad. Pero para que esto se concrete necesitaba un poco más de dinero, así es que  decidí ir al Hogar para poder buscar un poco de ayuda, y justamente ese día encontré a Jill Hellman, ella muy amablemente me pidió que le contara mi situación y es cuando ella se interesa en darme la ayuda que necesitaba, pues gracias a ella me sentí realizado, porque sabía que si lograba tener un pequeño restaurante poco a poco iba a ser grande.

El 5 de septiembre orgullosamente gracias a la ayuda me muchas personas   inauguré mi pequeño restaurante llamado el Ricotón Marino, esto es parte de mi realización.  A la semana siguiente  de la inauguración me contacte con Nilson, un viejo amigo y Ex paciente del Hogar, yo le comente que necesitaba a una persona de confianza como ayudante del restaurante, y es así que Nilson a las tres semanas llega al restaurante e iniciamos a trabajar hasta el día de hoy.  Estos meses no todo ha sido fácil puesto que se han presentado dificultades de las cuales se ha podido superar y se sigue superando gracias al amor de Dios.

Mi sueño

El inicio de mi sueño ha empezado, y los deseos de conseguir más cosas están más latentes en mí, pero uno de mis grandes sueños es tener una casa propia, donde pueda construir mi negocio y unir a todo mis hermanos ya que desde muy pequeños hemos vivido separados, de esta manera para sentir  la unión de mi familia y seguir superándome, quiero ayudar a mis hermanos para que puedan estudiar. También deseo que en un tiempo no muy lejano estudiar y culminar mi secundaria para poder postular a una universidad y seguir los estudios de Cocina o administración de negocios.

En mi tiempo libre

Durante mi tiempo libre acostumbro descansar, pensar y en especial visitar restaurantes que tienen el mismo rubro que el mí.